Un sector pesquero digitalizado y adaptado a los nuevos tiempos
La subasta en línea es una realidad en 25 lonjas gallegas.
La transformación digital llega a las lonjas gallegas con la iniciativa lonjas 4.0 que, a través de una plataforma que integra sistemas de gestión, subasta y comercialización, busca modernizar y facilitar el trabajo de los profesionales de las lonjas y cofradías de Galicia.
La iniciativa enmarcada en el Proyecto Primare, impulsado por la Amtega y la Consellería del Mar, arrancó en 2018 con la puesta en marcha de una plataforma tecnológica única que integra los sistemas de gestión, subasta y comercialización, incluyendo la emisión de notas de venta. Se trata de una herramienta que facilita la digitalización de las gestiones fundamentales para el sector y permite nuevas formas de venta como la subasta en línea.
Lonjas 4.0 permite las subastas en línea desde cualquiera dispositivo, tanto en la propia lonja como a través de internet para los compradores autorizados que evitarán desplazarse, si así lo desean.
Además, la plataforma permite seguir la rastreabilidad y la gestión completa de toda la información relativa al proceso de comercialización, desde la pesada hasta la emisión de las facturas y albaranes finales para compradores y vendedores, así como la gestión contable y de impuestos y la gestión interna de las cofradías participantes.
Por otro lado, facilita la gestión interna de estas cofradías mediante un portal personalizado en el que pueden gestionar la información pública y privada como elemento integrador con sus socios, agentes operadores y público en general.
La modernización del sector del mar en datos
El SISTEMA DE GESTIÓN
Evolución
La evolución de la iniciativa Lonjas 4.0 permitirá incorporar nuevas funcionalidades a la plataforma, como la integración de documentos telemáticos relacionados con la primera venta. También se están tratando de ampliar los servicios dedicados a los compradores, como pueden ser cotizaciones y productos, resumen de compras realizadas o información de subastas en el sistema, independientemente de su participación en las subastas.
Otra línea de trabajo es la de las mejoras asociadas a la gestión telemática de cobros y pagados a través de entidades bancarias, mediante la automatización e integración de los procedimientos estandarizados de transacciones electrónicas.
Además, otro de los objetivos de este año es lo de incorporar imágenes y vídeos vinculados al producto que se comercialice, para así favorecer la compra remota de determinados productos.
Dentro de este proceso de digitalización destacan los cajeros Ticpesc en los puertos gallegos que permiten la gestión electrónica de la documentación asociada al trabajo diario. Entre la documentación que permite obtener están el documento de transporte para las embarcaciones que desembarcan en puertos distintos a la lonja donde se van a vender los productos; el documento de origen para declarar el establecimiento en el que se van a desarrollar las tareas de recolección y para verificar su situación sanitaria; el documento de alternancia de artes para declarar el arte con la que se va a realizar la actividad de pesca; y la declaración de zona de trabajo.
Además, las personas dedicadas a la acuicultura de bivalvos pueden obtener en los Ticpesc el documento de registro para trasladar los moluscos bivalvos desde los puertos hasta la depuradora; y el documento para devolver los moluscos bivalvos al origen en el caso de producirse un cierre por biotoxina.
Actualmente, hay 67 cajeros instalados y el objetivo es dotar a todos los puertos pesqueros de terminales Ticpesc, de forma que presten servicio durante las 24 horas del día los 365 días del año y que no se dependa de los horarios de atención de las cofradías de pescadores, de las lonjas y de otras asociaciones de profesionales del sector.
La estas funcionalidades se suma otra en desarrollo como es la incorporación de un sistema de pesado para posibilitar que los productos de la pesca que van a ser trasladados para su primera venta a un puerto distinto a lo que se descargan se pesen en el momento del desembarque, para cumplir así la normativa comunitaria.